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miércoles, 19 de enero de 2011

ella estaba recargada en el antiguo pasamanos del puente de madera disfrutando como ese atardecer el aire la despeinaba, recordando aquellas noches a su lado, aquellos amaneceres abrazados, besos robados, sonrisas iluminadas, lluvia de caricias entre las sabanas, los desayunos cómplices, la tarde en la bahía, las bromas, los juegos, todo lo que le llenaba de felicidad, tratando con el pensamiento de traerlo de prisa a su lado, debajo del puente el rio sin detenerse seguía su camino, en el horizonte el majestuoso sol se despedía una vez más detrás de las montañas, de repente sintió en el cálido viento un aroma, el aroma que tantas noches la cobijó después del amor, cerró los ojos para permitir a los recuerdos inmediatos pasearse, cuando estaba a punto de soltar el suspiro sintió sus brazos rodear su cintura, su corazón se detuvo un instante, sintió el aceleramiento en la circulación sanguínea y al voltear ahí estaba el de nuevo, haciéndola inmensamente feliz con tan solo eso…

3 comentarios:

Diva de noche dijo...

El amor a esa persona que tenemos ya sea cerca o lejos, es quien hace crear escritos tan lindos como este que has puesto..,,
Besos amiga..

Be dijo...

Nada mejor q despertar de nuestros sueños y recuerdos, para darse cuenta q son reales! Tú q lo tienes, aprovechalo preciosa!


Un abrazo!

LUCIA-M dijo...

Que bonito!!!!
Besos.